Santos Joaquín y Ana

    Hoy la Iglesia Católica celebra la Memoria de los “Santos Joaquín y Ana, padres de la Bienaventurada Virgen María”, los abuelos maternos del Niño Jesús. Ellos son los patronos de los abuelos y se les agradece su fe inamovible y entera confianza en las promesas del Señor, mismos principios que le enseñaron a su hija, la Santísima Virgen María, contribuyendo así para que estuviera lista para si vocación excepcional.

    A pesar de que en la Biblia no se mencionan los nombres de los padres de la Virgen María, los abuelos maternos del Niño Jesús, luego de diferentes estudios que incluyen análisis algunos textos apócrifos, que no forman parte del canon de los libros que componen la Sagrada Escritura, y de los canónicos la Iglesia Católica, se reconoce como los padres de la Santísima Virgen María a los Santos Joaquín y Ana, los abuelos maternos del Niño Jesús. Parte de este reconocimiento se debe al “Protoevangelio de Santiago” que a pesar de ser un libro apócrifo, no ha sido condenado por la Iglesia y ha tenido su influencia dentro de la tradición católica, tanto así que ha sido nombrado y reconocido por algunos Papas como por ejemplo San Juan Pablo II y su sucesor Papa Benedicto XVI.
 
Además, bajo el influjo del «Protoevangelio de Santiago», se instituyeron las fiestas de la Natividad, la Concepción y la Presentación, que contribuyeron notablemente a destacar algunos aspectos importantes del misterio de María.
 
Además del apócrifo Protoevangelio de Santiago, que exalta la santidad y la virginidad de María, la Madre de Jesús, está unida a este Santiago en especial la Carta que lleva su nombre.
 
    Tanto reconoce la Iglesia a Santa Ana y San Joaquín que celebra la fiesta de estos santos, los abuelos maternos del Niño Jesús, cada 26 de julio y también se les conocen como los patronos de los abuelos. Varios Papas se han referido a ellos en este día como por ejemplo en el Ángelus del 26 de julio de 2009 con el Papa Benedicto XVI, en donde hizo referencia no solo a San Joaquín y Santa Ana, habló de los abuelos en general porque son un tesoro dentro de las familias y de su tarea educativa, son los depositarios y a menudo los testigos de los valores fundamentales de la vida.
Me suscita un segundo punto de reflexión la memoria de hoy de los santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen y, por lo tanto, abuelos de Jesús. Esta memoria litúrgica hace pensar en el tema de la educación, que ocupa un lugar importante en la pastoral de la Iglesia. En particular, nos invita a rezar por los abuelos, que en la familia son los depositarios y a menudo los testigos de los valores fundamentales de la vida. La tarea educativa de los abuelos siempre es muy importante, más todavía cuando, por distintas razones, los padres no pueden asegurar una presencia adecuada junto a sus hijos cuando están creciendo.

    El Papa Francisco durante su pontificado también hablaba con frecuencia sobre la importancia que tienen los abuelos y de los ancianos tanto en las familias como en el sociedad, que debe existir una comunicación sana y de respeto entre los ancianos y los jóvenes. Durante el marco de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, Brasil, en el año 2013 en el día de los Santos Joaquín y Ana también habló sobre ellos porque el 26 de julio también se celebra el día de los abuelos en varios países.
Hoy la Iglesia celebra a los padres de la Virgen María, los abuelos de Jesús: los santos Joaquín y Ana. En su casa vino al mundo María, trayendo consigo el extraordinario misterio de la Inmaculada Concepción; en su casa creció acompañada por su amor y su fe; en su casa aprendió a escuchar al Señor y a seguir su voluntad. Los santos Joaquín y Ana forman parte de esa larga cadena que ha transmitido la fe y el amor de Dios, en el calor de la familia, hasta María que acogió en su seno al Hijo de Dios y lo dio al mundo, nos los ha dado a nosotros. ¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para transmitir la fe! Refiriéndome al ambiente familiar quisiera subrayar una cosa: hoy, en esta fiesta de los santos Joaquín y Ana, se celebra, tanto en Brasil como en otros países, la fiesta de los abuelos. Qué importantes son en la vida de la familia para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad. Y qué importante es el encuentro y el diálogo intergeneracional, sobre todo dentro de la familia. El Documento conclusivo de Aparecida nos lo recuerda: “Niños y ancianos construyen el futuro de los pueblos. Los niños porque llevarán adelante la historia, los ancianos porque transmiten la experiencia y la sabiduría de su vida” (n. 447). Esta relación, este diálogo entre las generaciones, es un tesoro que tenemos que preservar y alimentar. En estas Jornadas de la Juventud, los jóvenes quieren saludar a los abuelos. Los saludan con todo cariño. Los abuelos. Saludemos a los abuelos. Ellos, los jóvenes, saludan a sus abuelos con mucho afecto y les agradecen el testimonio de sabiduría que nos ofrecen continuamente.

¡FELIZ DÍA DE SAN JOAQUIN Y SANTA ANA!
Y también
¡FELIZ DÍA A LOS ABUELOS!

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Abuelos Maternos del Niño Jesús


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