Cuarto Domingo de Cuaresma - Laetare
Hoy es el Cuarto Domingo de Cuaresma, a este día también se le conoce como Domingo de Laetare, y “Laetare”
es una palabra del idioma Latín que significa “Regocijarse”, “Alegrarse”.
En el Introito de las Misas de este día la frase que se inicia es “Laetare
Jerusalem” que se traducen como “Alégrate, oh, Jerusalén”, y se
cantan cuando el sacerdote entra a la iglesia junto a sus ministros mientras se
dirigen al altar para celebrar la Santa Misa. Nos encontramos en Tiempo de Cuaresma,
que es un Tiempo
Litúrgico dedicado a la preparación de la Pascua de Resurrección
que es el domingo que se conmemora la gloriosa resurrección de nuestro Señor
Jesucristo, venciendo la muerte después de haber sido crucificado el anterior, Viernes
Santo. Aunque la Pasión de Cristo son momentos de gran dolor, luego termina
en gloria, alegría.
Todo el mundo busca la felicidad y el Papa
Francisco en varias oportunidades ha hablado de la “alegría del cristiano”
y afirma que el verdadero gozo proviene del encuentro con Jesús. En una página
oficial del Vaticano (Vatican News) hay un artículo de Sergio Centofanti (19 de marzo de 2019) de
nombre “Papa Francisco y el camino de la verdadera felicidad” que habla sobre la felicidad del cristiano y es muy
recomendable su lectura, al igual que la de la “Exhortación Apostólica – Gaudete Et Exsultate – del Papa Francisco” que fue publicada
el 19 de marzo de 2018. Jesús nos
ama tanto que hasta entregó su vida en la cruz para que podamos ser salvados y
sabemos que debemos trabajar cumpliendo los mandamientos del Señor para ganarnos
el Reino de Dios, que es lugar de paz, justicia y gozo.
Así que a pesar de que se estén recordando
momentos tristes, que nos acercamos a revivir la Pasión de Cristo, también sabemos
que después viene el tiempo de gloria, Tiempo de Pascua,
es momento de alegría, de gozo, y entonces es algo similar con el Tercer
Domingo de Adviento, en la Cuaresma también se tiene un domingo
especial que ocurre pasado la mitad del Tiempo de Cuaresma,
y también se le conoce como “Domingo de Laetare”. En el Tiempo de
Adviento, a su tercer domingo se le llama “Domingo
de Gaudete”, y es que la palabra “Gaudete” también es una
palabra del idioma Latín que significa “Alegrarse”, “Regocijarse”,
son sinónimos dentro del cristianismo. El Tiempo de Cuaresma
y el Tiempo
de Adviento son tiempos de penitencia, de preparación para un evento
solemne, en la Cuaresma nos preparamos para la Pascua de Resurrección y en el
Adviento nos preparamos para la Navidad, el nacimiento del Niño Jesús. Otra similitud entre estos dos domingos muy especiales es que a pesar de
que el color morado siendo el color
litúrgico de esos tiempos, en las celebraciones de las misas del
Domingo de Laetare y del Domingo de Gaudete se puede usar el color rosado en
las celebraciones litúrgicas, y estos son los únicos dos días del año que se
puede usar el color litúrgico rosado, es una pausa, una relajación, del tiempo de
penitencia y de preparación, es un recordatorio que ya aproxima el tiempo de
gloria o de gozo, se viene el salto de la tristeza a la alegría. Además de
estas semejanzas también se tiene que en estos tiempos de penitencia en las
misas no se recita el gloria pero en estos dos domingos al ser tan especiales,
sí se reza el gloria en las celebraciones eucarísticas, es una manera de expresar
que se acerca la salvación.
Tratemos de mostrar siempre la alegría de un
buen cristiano aunque se pueda estar por un momento complicado, porque sabemos
que el verdadero gozo proviene del encuentro con Jesús y por eso es bueno andar
siempre en un camino hacia Él. En estos meses hagamos el Camino Cuaresmal y Pascual, y en este blog ofrecemos durante
todo el año el Camino a la Navidad, que también es ese encuentro con el
Hijo de Dios, nuestro Señor, porque ya sea en su forma adulta como lo
recordamos durante la Cuaresma hasta la Pascua de Resurrección, o en la forma
de un Niño porque aunque sea un bebé, en el Niño
Jesús también se
reconoce la grandeza de Dios mismo.
13 No hay amor más grande que dar la vida por los
amigos.
17 Después de todo el Reino de Dios no es cuestión de
comida o de bebida, sino de justicia, de paz y de gozo en el Espíritu Santo.
1 Canto de peregrinación. De David. ¡Qué alegría cuando me
dijeron: «Vamos a la Casa del Señor»!
2 Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén.
Liber Psalmorum 122 (121):1-2 (Nova Vulgata)
1 Canticum
ascensionum. David. Laetatus sum in eo, quod dixerunt mihi: “ In domum Domini
ibimus ”.
2 Stantes iam sunt
pedes nostri in portis tuis, Ierusalem.



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