9 Después, Dios dijo a
Abraham: «Tú, por tu parte, serás fiel a mi alianza; tú, y también tus descendientes,
a lo largo de las generaciones.
10 Y esta es mi alianza con
ustedes, a la que permanecerán fieles tú y tus descendientes; todos los varones
deberán ser circuncidados.
11 Circuncidarán la carne de
su prepucio, y ese será el signo de mi alianza con ustedes.
12 Al cumplir ocho días, serán circuncidados todos los varones de cada generación, tanto los nacidos en la casa como los que hayan sido comprados a un extranjero,
a alguien que no es de tu sangre.
13 Sí, tanto los nacidos en
tu casa como los que hayan sido comprados, serán circuncidados. Así ustedes
llevarán grabada en su carne la señal de mi alianza eterna.
14 Y el incircunciso, aquel a
quien no se haya cortado la carne de su prepucio, será excluido de su familia,
porque ha quebrantado mi alianza».
A los ocho día de haber
nacido el Niño Jesús, sus padres lo
llevaron para cumplir con esa norma y le pusieron por nombre Jesús, nombre que el
Arcángel Gabriel les había informado por separado a cada uno de ellos antes de
que naciera el Niño Jesús, primero lo
hizo con la Virgen María y tiempo después con San José.
21 Ocho días
después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de
Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.
31 Concebirás y darás a luz
un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;
21 Ella dará a luz un hijo, a
quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus
pecados».
Anteriormente en la Iglesia Católica
el primero de enero era conocido como el día de la “
Circuncisión de Jesús”
pero a partir del año 1960 con el Concilio Vaticano II, cada primero de enero
ahora se celebra la “
Solemnidad de la Santísima Virgen María, Madre de Dios”. En
la Biblia se consiguen pasajes en donde a la circuncisión no se le da la importancia
que tenía antes del nacimiento de Jesucristo.
25 La
circuncisión es útil si practicas la Ley, pero si no la practicas, es lo mismo
que si fueras un incircunciso.
26 Al
contrario, el que no está circuncidado, pero observa las prescripciones de la
Ley, será tenido por un verdadero circunciso.
2 Yo mismo,
Pablo, les digo: si ustedes se hacen circuncidar, Cristo no les servirá de
nada.
3 Les vuelvo a
insistir: todos los que se circuncidan, están obligados a observar íntegramente
la Ley.
4 Si ustedes
buscan la justicia por medio de la Ley, han roto con Cristo y quedan fuera del
dominio de la gracia.
5 Porque a
nosotros, el Espíritu, nos hace esperar por la fe los bienes de la justicia.
6 En efecto, en
Cristo Jesús, ya no cuenta la circuncisión ni la incircuncisión, sino la fe que
obra por medio del amor.
Regresando al tema del nombre,
actualmente en el idioma Español el nombre por el que se conoce al Hijo de Dios
es “Jesús”, pero esta lengua no existía en el Siglo I, el tema de
los idiomas es muy interesante y la letra “J” se incorpora oficialmente al
abecedario latino es en el siglo XVI. El idioma Español o Castellano es una
lengua romance que se originó del latín y en ese idioma “Jesús”
se escribe “Iesus”, nombre que fue tomado de los primero textos escritos
del Nuevo Testamento que fueron realizados en Griego Koiné y el nombre que se usó
es “Ἰησοῦς” trasliterado “Iēsûs”. El idioma en que se escribieron
por primera vez los textos de Antiguo Testamento fue el Hebreo y en ese idioma el
nombre es “יֵשׁוּעַ” “Yeshúa”, mientras que el idioma
que hablaban los apóstoles de Jesús era el Arameo, lengua semítica como la hebrea,
y en Arameo el nombre de escribe “ישוע” “Yēšūa”. Un
detalle interesante sobre la lengua aramea es que varios de los apóstoles procedían
de la región de Galilea igual que San Pedro, y de la misma forma que ocurre en
la actualidad con varios idiomas que se hablan en diferentes regiones, existen
distintos acentos y forma de pronunciar las palabras, los galileos acostumbraban
a no pronunciar frecuentemente la última vocal de ciertas palabras y en el caso
del “Jesús” que en Arameo que se traslitera “Yesúa”, se escuchaba más
como “Yesú”. Esto sobre el acento distintivo de los galileos y de San Pedro
es mencionado en la Biblia.
73
Un poco más tarde, los
que estaban allí se acercaron a Pedro y le dijeron: «Seguro que tú también eres
uno de ellos; hasta tu acento te traiciona».
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