Bendición de la Casa
Como se ha ido mostrando en
este Blog durante la temporada navideña se practican varias tradiciones y costumbres,
algunas son religiosas y otras no. Hoy se está celebrando el día de la Epifanía
del Señor, día también conocido como Día de Reyes, porque se recuerda
el día que unos sabios, los Reyes Magos, luego de recorrer un largo
camino desde el Oriente hasta Belén siguiendo la Estrella de Navidad (Estrella
de Belén) llegaron ante la presencia del Niño
Jesús, y entonces se postraron, lo adoraron y le entregaron regalos.
Este día y en lo que se conoce como Noche de Reyes también se realizan
tradiciones y costumbres siendo una de ellas católicas como es la Bendición
de la Casa.
La tradición de la Bendición
de la Casa, consiste en que la familia que habita en ese hogar se reúnen en
la puerta principal de la casa para iniciar la bendición de la vivienda y al
terminar con una tiza (gis) se escriben las letras “C + M + B”, estas
letras están separadas por el símbolo “+” que es una cruz, antecedidas
por un número de dos dígitos (20) y al final de las letras por otro número de
dos dígitos, en este año (25) que se pueden escribir también en números romanos
y que estos números igualmente que las letras están separadas de ellas por el “+”,
esos números simbolizan el año de la bendición de la casa, por eso este año la
escritura sería “20 + C + M + B + 25” o “XX + C + M + B + XXV”. Por
hacerse esta bendición el Día de Reyes, las 3 letras de la inscripción se
relacionan con las iniciales del nombre de cada uno de los Reyes Magos, Gaspar
(también conocido como Caspar por su nombre en latín), Melchor y Baltasar; pero
la realidad es que esas tres letras son las iniciales de las palabras de la
siguiente frase en latín “Christus Mansionem Benedicat” que se traduce “Cristo
Bendiga la Mansión”, y que significa “que Cristo Bendiga esta Casa”.
Para hacer la Bendición de la Casa, de la familia y personas que habitan en la
vivienda eligen a un guía para realizar la bendición y la tiza (gis) con la que
se hará la inscripción en la puerta también debe estar bendita, que se puede
bendecir en la misa de la Epifanía, pedirle el favor a un sacerdote y si no tienen
estas opciones aquí se indicará una bendición que ustedes pueden hacer para la
tiza.
Bendición de
la Tiza (gis)
GUÍA: Nuestra ayuda es el nombre del
Señor:
TODOS: El creador del Cielo y de la
Tierra.
GUÍA: Y el Señor te protegerá en la
partida y el regreso:
TODOS: Desde ahora y para siempre.
GUÍA: El Señor esté con ustedes.
TODOS: Y con tu Espíritu.
GUÍA: Oremos.
TODOS: Amado Dios, bendice esta tiza
que has creado, para que sea ayuda a tu pueblo; y concede que a través de la
invocación de su Santísimo Nombre todos los que con fe lo emplean para escribir
en las puertas de sus hogares los nombres de tus santos Gaspar (Caspar), Melchor
y Baltazar, reciban salud del cuerpo y protección del alma para todos los que
habitan o visitan su hogar; por Jesucristo nuestro Señor. Amén
Se puede esparcir Agua Bendita sobre la
tiza.
Bendición de
la Casa
TODOS: inician haciéndose la señal
de la cruz.
GUÍA: Paz a esta casa.
TODOS: Y a todos los que la habitan.
GUÍA: Del Oriente llegaron los Reyes
Magos a Belén para adorar al Señor, y abriendo sus tesoros ofrecieron regalos
preciosos; oro para el gran Rey, incienso para el Dios verdadero, y mirra como
símbolo de su sepultura.
TODOS: ingresan a la casa y leen el Magnificat,
que es el himno de alabanza de la Virgen María luego del saludo que le dio su
prima Santa Isabel en el evento conocido como la Visitación. Durante la oración
del Magnificat se esparce Agua Bendita a la puerta principal y entrada
de la casa.
TODOS: Desde Oriente llegaron los
Reyes Magos a Belén a adorar al Señor, y abrieron sus tesoros ofrecieron dones
preciosos; oro para el gran Rey, incienso para el verdadero Dios, y mirra como
símbolo de su sepultura.
GUÍA: Reza la primera parte del Padre Nuestro.
TODOS: Culminan la oración del Padre Nuestro.
GUÍA: Todos los de Saba vendrán.
TODOS: Trayendo oro e incienso.
GUÍA: Oh Señor, escucha mi oración.
TODOS: Y permite mi clamor llegue a
Ti.
GUÍA: Oremos. Oh, Dios, que por la
guía de una estrella manifestaste en este día a tu Hijo unigénito a los gentiles,
concede misericordiosamente que nosotros, que te conocemos por la fe, también podamos
alcanzar la visión de tu gloriosa majestad. Por Cristo, nuestro Señor.
TODOS: Amén
GUÍA: Ilumínate, Ilumínate, oh,
Jerusalén, porque ha venido tu luz, y sobre ti a nacido la gloria del Señor, Jesucristo,
nacido de la Virgen María.
TODOS: Y los gentiles caminarán a tu
luz y los reyes en el esplendor de tu aurora, y la gloria del Señor ha nacido
sobre ti
GUÍA: Oremos. Bendice, oh, Señor Dios
Todopoderoso, este hogar, para que en él haya salud, pureza, la fuerza de la
victoria, humildad, bondad y misericordia, el cumplimiento de Tu ley, la acción
de gracias a Dios Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Y que esta bendición
permanezca sobre este hogar y sobre todos los que aquí habitan. Por Cristo
nuestro Señor.
TODOS: Amén.
TODOS: Ahora caminan por la casa
esparciendo Agua Bendita en las habitaciones y se culmina escribiendo en la
parte superior de la puerta principal del hogar lo siguiente “20 + C + M + B +
25” o “XX + C + M + B + XXV”.
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se
alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su
esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia –como lo había prometido a nuestros padres– en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la
tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la
tentación, y líbranos del mal.
Amén.
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