Víspera de Navidad - Nochebuena
«BENDITO sea el Señor, el Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,» (Lucas 1:68). Estas son las
palabras de Zacarías después de nueve meses sin poder hablar. Su canto podría
resumirse en un: ¡qué bueno es Dios! Con este evangelio quiere la Iglesia que
termine el tiempo de espera que hemos vivido. Este santo varón no ha percibido
esos meses como un castigo. Todo lo contrario: está agradecido por lo que se le
ha regalado, por la oportunidad maravillosa que ha tenido de disponerse
adecuadamente para lo que su hijo Juan va a anunciar. Es un tiempo similar al Adviento
que Dios nos ha ofrecido, una vez más, a nosotros. Puede que hayamos
aprovechado mejor o peor estos días de preparación. En cualquier caso, nos hará
mucho bien dar gracias a Dios porque Él ha trabajado en nuestra alma aunque nos
parezca que se trata de un establo humilde. Dios ha preparado un lugar muy
especial en nuestro portal para su Hijo.
A lo mejor nos pasa como quizá le sucedió a
uno de los pastores en Nochebuena: «Una hermosa leyenda cuenta que, cuando
Jesús nació, los pastores corrían hacia la gruta llevando muchos regalos. Cada
uno llevaba lo que tenía: unos, el fruto de su trabajo, otros, algo de valor.
Pero mientras todos los pastores se esforzaban, con generosidad, en llevar lo
mejor, había uno que no tenía nada. Era muy pobre, no tenía nada que ofrecer. Y
mientras los demás competían en presentar sus regalos, él se mantenía apartado,
con vergüenza. En un determinado momento, san José y la Virgen se vieron en
dificultad para recibir todos los regalos, muchos, sobre todo María, que debía
tener en brazos al Niño. Entonces, viendo a aquel pastor con las manos vacías,
le pidió que se acercara. Y puso a Jesús en sus manos. El pastor, tomándolo, se
dio cuenta de que había recibido lo que no se merecía, que tenía entre sus
brazos el regalo más grande de la historia. Se miró las manos, y esas manos que
le parecían siempre vacías se habían convertido en la cuna de Dios. Se sintió
amado y, superando la vergüenza, comenzó a mostrar a Jesús a los otros, porque
no podía sólo quedarse para él el regalo de los regalos» (Papa Francisco, Homilía de Santa Misa de Nochebuena, 24 de diciembre de 2019)
Faltan menos de veinticuatro horas de la
apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro y del comienzo del
Jubileo Ordinario de 2025, el Papa Francisco postea, en su cuenta oficial de X
(el "ex" Twitter), un mensaje en el que enfatiza: “Los jubileos son
momentos preciosos para hacer balance de nuestras vidas, como individuos y como
comunidad. demás, son ocasiones para la reflexión, el recogimiento y la escucha
de lo que el Espíritu Santo nos dice hoy (cf. Ap 2,7). #Jubileo2025” Publicación del Papa Francisco en X.
Pueden seguir al Padre Acosta por sus redes sociales:
Instagram: @eduardoacostasa
X: @eduacosa
Telegram: Capellaniarioclaro
Comentarios
Publicar un comentario