Parusía

  La palabra “Parusía proviene del griego “Παρουσία” “Parousía” que significa “Presencia” “Venida” “Llegada” “Advenimiento”, y en el contexto católico cuando se usa esta palabra se refiere a la “Segunda venida de Jesucristo”, la venida definitiva de Jesucristo en gloria al final de los tiempos. La Parusía es de suma importancia en la doctrina cristiana porque representa la consumación de la historia de la salvación, el plan de Cristo regresando de manera visible y triunfante para establecer su Reino de forma plena, juzgará a los vivos y a los muertos.

  Segunda carta a Timoteo 4:1

  1 Yo te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, y en nombre de su Manifestación y de su Reino:

  Las almas que están inscritas en el Libro de la Vida vivirán en una Ciudad santa en donde Dios habitará entre ellos, allí no habrá lágrimas ni muertes, tampoco ni quejas ni dolores, ya todo lo anterior pasó.

  Apocalipsis 21:1-4

  1 Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más.

  2 Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo.

  3 Y oí una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, ellos serán su pueblo, y el mismo Dios estará con ellos.

  4 El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó».

  La Parusía es un evento futuro, que debe ser esperado con preparación y esperanza, nos llama a vivir siguiendo los mandamientos de Dios, teniendo una vida llena de fe y amor, estando vigilantes para la segunda venida Cristo, que nadie sabe cuándo sucederá.

  Evangelio según San Mateo 24:36

  36 En cuanto a ese día y esa hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.

  Una forma de como el católico vive y se prepara para la espera de la Parusía es participando en las celebraciones Eucarísticas, es una anticipación y memorial de esta segunda venida de Cristo. Durante las Santas Misas, en la consagración, momento culminante de la Eucaristía, el sacerdote pronuncia unas palabras de Jesús dichas en la Última Cena, y por el poder del Espíritu Santo ocurre la Transubstanciación ocurre el milagro de que la sustancia del pan y del vino se transforman en el verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo, aunque sus apariencias permanecen. Jesús también durante la Última Cena nos invita a que participemos de esto.

  Evangelio según San Mateo 26:26-28

  26 Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen y coman, esto es mi Cuerpo».

  27 Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, diciendo: «Beban todos de ella,

  28 porque esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos para la remisión de los pecados.

  Justo después de la Consagración los fieles proclaman el misterio de la fe diciendo: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu Resurrección, ven Señor Jesús”. En este acto estamos viendo las tres dimensiones del tiempo:

🔴Pasado: Anunciamos tu muerte, una mirada al pasado con la Pasión de Cristo en la Cruz.

🔴Presente: proclamamos tu Resurrección, estamos en el presente, verdaderamente Cristo está presente en el sacramento de la Eucaristía

🔴Futuro: ven Señor Jesús, ahora miramos al futuro con la espera de la Segunda Venida de Cristo, Parusía.

  Esta plataforma XmasVia, se centra en la Navidad como un tiempo de preparación para el Tiempo de Navidad los católicos tienen el Tiempo de Adviento en donde además de prepararnos para celebrar la Primera Venida de Cristo con el nacimiento del Niño Jesús, también se usa para prepararnos para la Segunda Venida que nadie sabe cuando ocurrirá como ya mencionamos (Mateo 24:36), de esta manera el Tiempo de Adviento conecta las dos venidas de Cristo. La Primera Venida con la Navidad, la encarnación del Hijo de Dios, Jesús, Dios, se puede decir que ocurrió de una manera más anónima, porque aunque fue anunciada, estuvo llena de humildad, el Niño Jesús al nacer fue envuelto en pañales y colocado en un Pesebre, mientras que la Segunda Venida de Cristo será un evento universal, glorioso e imposible de ignorar.

  Evangelio según San Lucas 2:7

  7 y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue.

  Evangelio según San Mateo 24:30

  30 Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre. Todas las razas de la tierra se golpearán el pecho y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, lleno de poder y de gloria.

  Apocalipsis 1:7

  7 El vendrá entre las nubes y todos lo verán, aún aquellos que lo habían traspasado. Por él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así será. Amén.

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